PLATAFORMAS ABIERTAS Y CERRADAS 
Los conceptos de plataformas cerradas y plataformas abiertas son habitualmente usados en el mundo informático para referirse a formas filosóficas de desarrollar sistemas profundamente relacionado con los copyright. Hoy por hoy, existe un debate abierto dentro de la comunidad de informáticos sobre las ventajas e inconvenientes de unas y otras. Esta entrada y las sucesivas pretende acercar a aquellas personas que no forman parte de la comunidad a este debate, intentando exponer todos los puntos de vista.

Las plataformas cerradas son sistemas cuyo diseño no puede ser examinado por programadores ajenos al equipo de desarrollo. Sí que se puede usar su funcionalidad, pero sin conocer las partes internas. Normalmente, estas plataformas suelen estar desarrolladas por empresas privadas que establecen su modelo de negocio en la explotación de dicha plataforma,  bien generando aplicaciones que luego son utilizados por usuarios, bien vendiendo las librerías de desarrollo a otros programadores para que estos puedan crear otras aplicaciones basadas en la plataforma cerrada.
Como ejemplos de plataformas cerradas podemos citar al archifamoso Windows o iOS de Apple como sistemas operativos o como aplicaciones Office de Microsoft o Internet Explorer. Los ejemplos que abanderan las plataformas abiertas son Linux como sistema operativo y como aplicaciones LibreOffice, Google Chrome o FireFox.

Por otro lado, las plataformas abiertas son sistemas cuyo diseño es público, pudiendo ser auditado, modificado y copiado por otros ingenieros informáticos. Estas plataformas suelen ser desarrolladas por comunidades de programadores independientes, empresas, universidades y centros de investigación que cooperan entre sí. En el caso de las plataformas abiertas, se busca la definición de una capa de abstracción para poder incorporar nuevo hardware de forma rápida siempre que se adapte a las especificaciones del sistema. La arquitectura de esta capa de abstracción es pública y tiene acceso cualquier persona que le interese desarrollar un producto en la plataforma abierta. En este caso, las ventajas asociadas a los usuarios es que varios fabricantes pueden competir entre sí para realizar la misma tarea. El consiguiente beneficio de esta situación es poder elegir el producto que mejor se adapta a las necesidades del usuario y a su bolsillo. Si se desarrollan nuevas tecnologías puede añadirse a la plataforma abierta de forma libre y sin llegar a ningún tipo de acuerdo con nadie. El software que se añade no tiene que ser auditado y los desarrollos sobre las plataformas son autónomos e independientes de los creadores de la plataforma abierta.

Sin embargo, en las plataformas abiertas las optimizaciones son más difíciles de efectuar por la capa de abstracción a la que tenemos que someternos. Es conocido que los procedimientos abstractos necesitan de mayor potencia de ejecución porque la optimización es mucho más compleja en este tipo de sistemas que conociendo de ante mano el hardware sobre el que se va a desarrollar. Esto puede repercutir en la calidad de la experiencia del usuario

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